Por: Sigrun Guggenberger Fotografía: Tiffany Roubert Su cerebro se siente frito. ¿Qué hará ella? ¿Dónde está esta vida sangrienta y plena de la que no paraban de hablarle? Eso le dará toda la satisfacción que esperaba. Y existe de todos modos ... tal vez no, así que ella puede dejar de buscarlo, ¿verdad? O tal vez está viviendo en el lugar equivocado donde nunca se puede encontrar y debería reubicarse en un lugar mejor donde simplemente caiga en su regazo como un rayo de sol. O tal vez esté con la persona equivocada; tal vez debería intentarlo con ese lindo que la hizo sentir un cosquilleo de emoción con solo sentarse enfrente. El tiempo vuela y se sintió absorbida por demasiadas preguntas, dudas, planes. A veces prefiere no dar un pequeño paso hacia adelante solo en caso de que vaya en la dirección equivocada. Porque cree que ya tiene todas las respuestas de antemano. Una especie de monólogo interior de preocupaciones cínicas. Tal vez si espera un poco más lo tendrá más claro o alguien la empujará por el camino correcto. Las cosas y la vida son duras. Siempre ha sido. ¿O no es lo suficientemente fuerte y valiente? Quizás no debería pensar tanto. Tal vez incluso si siempre tendrá algo de qué quejarse, nunca podrá renunciar a creer en diferentes opciones y a mejorar constantemente. Y en encontrar el acariciante rayo de sol.
